Cuenta Pública 2023: Un camino para salir del país de las deudas / El dilema de la oposición
2 junio 2023
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Un camino para salir del país de las deudas 

El presidente de la República, entre el recuento sobre lo avanzado y  potentes interpelaciones a la oposición para poner las necesidades de las personas al centro, propone un proyecto para el país: “Nuestro norte, compatriotas, es avanzar hacia el reconocimiento de derechos que construyan pisos compartidos de dignidad para cada persona que habita esta larga y angosta faja de tierra”. Para ello, traza tres ejes, como las rutas que transitará su mandato para sentar las  bases: derechos sociales,  seguridad ciudadana, que incluye seguridad pública y presencia del Estado, y desarrollo sostenible, a propósito del litio e hidrógeno verde. 

Esta orientación parte de reconocer las deudas que se arrastran por décadas desde la política, y cuya resolución es un ingrediente imprescindible para avanzar: deudas en educación, deudas con las personas que cuidan, deudas con los pueblos originarios, deudas con las mujeres, deudas de seguridad, deudas con las jubilaciones, deudas con la protección de la naturaleza, deudas en vivienda, deudas con la salud, deudas de justicia y memoria, deudas de un Estado agotado para las necesidades actuales.

El mandatario lo hace no sólo describiendo los conflictos sociales y políticos de los últimos años, sino que, asumiendo una autocrítica a nombre del Estado: se ha dedicado más tiempo a la cuenta corta, a las pasiones contingentes y partisanas, que a responderle a la ciudadanía. Ese llamado, del que muchas y muchos hemos hecho eco como distancia entre política y sociedad, debería ser un punto de inflexión. En momentos donde los límites democráticos se desdibujan por esas deudas, por los cambios epocales y por un renovado negacionismo, que Chile renueve sus líneas básicas de convivencia y centre la acción política en una voluntad de construcción nacional, es el camino para tener esperanzas y futuro.

Para la izquierda, las palabras del mandatario deberían ser también un llamado a  una alianza nacional, popular, democrática y desarrollista para materializar este proyecto. Para ella no basta el gobierno, sino que demanda de articulación y construcción activa con la sociedad.  La oposición por su parte, tendrá que resolver si está disponible para que Chile pueda transitar democráticamente al desarrollo, entre la senda constitucional y su actuar en el Congreso, tendrá que demostrarlo.

A 50 años del golpe de Estado, mirar sin tapujos al país que tenemos, es la única manera de remecernos, de hacernos preguntas como sociedad, de no normalizar la violencia, los temores y el hastío y darle espacio a esa resiliencia y creatividad popular que permite día a día que quienes habitamos este país, sigamos caminando

Publicada en: https://www.elmercurio.com/blogs/2023/06/02/107882/camino-para-salir-del-pais.aspx

El dilema de la oposición

El presidente Gabriel Boric el pasado 1 de junio, si bien le habla a Chile, también le dedica mensajes a distintos grupos de la población, así como a las y los representantes de los otros poderes del Estado y de las instituciones en general. Hay en las palabras del mandatario un intento por dialogar con todos los sectores, del norte al sur del país. Y es que tras los recientes procesos electorales, donde por primera vez se han sumado a participar cerca de 5 millones de personas de las que por décadas se prescindió para gobernar, han quedado claras las diferencias que existen en la larga y ancha franja de tierra donde habitamos y, a la vez, lo que hay en común: en general un ánimo impugnador, que es coherente con las deudas que se arrastran y con los dilemas actuales de la vida cotidiana, con sus incertezas e inseguridades.

Uno de los mensajes más claros del presidente va dirigido a la oposición: “Todos en este salón lo saben. Ni este gobierno ni ningún otro podrá avanzar responsablemente en materializar estos derechos si no es con una reforma tributaria. Y todos saben también, que la demanda por una vida digna no se extinguirá con el paso del tiempo. Si no lo hacemos ahora, le tocará a quienes en el futuro ocupen este podio. No sigamos retrasándolo…” Frente a ese llamado a hacerse cargo hoy de sacar adelante una reforma previsional y de tener una reforma tributaria, reluce una dicotomía que se acentúa en los partidos de la derecha con el crecimiento de republicanos: ¿su orientación política será estar con las necesidades de la población o contra el gobierno?. Y es una pregunta que va más allá de la inercia de ser oposición, tiene que ver con el camino a transitar como país. 

Entre las reacciones a la interpelación del mandatario, aparecen argumentos clásicos y propios de la propaganda contra las alzas de impuestos a los altos patrimonios, así como apologías contra la administración del Estado y apelaciones a la “mejor gestión” como la llave. Propaganda, porque quienes arguyen han hecho un suculento uso del Estado. Otros, suman narrativas a las campañas del terror: “que una reforma tributaria atenta contra el crecimiento” y que eso es querer un país más pobre. Por otro lado, y más lejos de la propaganda, algunos argumentos apuntan al carácter de la reforma o la necesidad de una agenda pro crecimiento e inversión. Sin embargo, en ninguna de esas respuestas hay una alternativa para responderle a la ciudadanía. ¿Cuál es la agenda pro crecimiento e inversión que enfrenta la desigualdad?, ¿cómo se resuelve el problema de la salud y de las pensiones por el mismo camino que hizo crisis con las Isapres y las AFP?

Por supuesto que todas las deudas del país no se van a resolver con una reforma y que los caminos alternativos para materializar los anuncios siempre deben estar sobre la mesa. Por ejemplo, la condonación del CAE puede diseñarse como una política responsable fiscalmente y sostenible en el tiempo con un ajuste al sistema de financiamiento de la educación superior. La condonación y salida al CAE a largo plazo será más barato para el Estado, que seguir con la inercia de una política ineficiente. Eso significa en concreto abordar la modernización del Estado en educación superior, pero también en salud y seguridad social. 

Más allá de los casos específicos, la pregunta es si estarán disponibles para saldar esas deudas que arrastra la política o si optarán por subirle los intereses y acumular contingentemente, siendo oposiciones que se vuelven indistinguibles del partido republicano: ¿oponerse a todo, aunque las consecuencias las padezca la población?.

Publicada en: https://www.latercera.com/opinion/noticia/columna-de-camila-miranda-el-dilema-de-la-oposicion/C6IC7T4PPVHJBETBOOGOIYJZDY/ 

Columnas de Camila Miranda


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