A cuatro años de la revuelta social, más allá de las simplificaciones, conversar sobre las causas y mirar sus impactos sociales y políticos es un ejercicio que permite situar, sin atajos, las tareas del presente. Es así que nos preguntamos por la vigencia de las...
En conversación con La Voz De Los Que Sobran, el sociólogo gestor de la iniciativa «Ampliar la democracia», Carlos Ruíz, explicó que esta partió “de la preocupación básica de enfrentar los riesgos que tiene introducir una efectiva transformación que desmantele el modelo neoliberal, que va a cumplir medio siglo en Chile”. La misiva “alude fundamentalmente a dos cosas. Por un lado, al grado de fragmentación que tienen las fuerzas progresistas”, y “por el otro lado de la vereda, un poder empresarial, una oligarquía del uno por ciento, que no tiene contrapeso y es el gran dilema en la distribución del poder en el proceso constituyente”, dijo Ruiz.
La declaración de principios expresada en el manifiesto surge de la necesidad de abrir la participación en el proceso constituyente. Una situación que ha sido expresada por diferentes expertos, con el fin de abarcar todas las muradas posibles.
“Que se puedan realmente a abrir las puertas a todos esos sectores sociales para que ejerzan una capacidad determinante de aquí en adelante. De ahí que entendemos el proceso constituyente no solo como punto de llegada para redactar un documento por parte de “iluminados”, sino como una apertura de un camino”, expresó el gestor.
Ampliar la democracia “confinada”
Para la reconocida escritora Diamela Eltit, “es muy importante ampliar la democracia, en el sentido de que ha estado confinada básicamente por una élite”. “Es importante restituir, cuando se habla de poder popular, una comunidad plural; una comunidad que comprenda, sostenga y piense la diversidad de problemáticas y de culturas dentro de una cultura como la chilena. Además de la cultura de los pueblos indígenas”, afirmó.
En esa línea, agregó que es necesario “proponer un nuevo futuro. Y el texto habla de que la constitución no puede, por si misma, elaborar un cambio. El cambio lo tiene que producir la ciudadanía, y la constitución tiene que favorecer mecanismos ciudadanos”.
Por último, “dentro de eso tenemos que pensar solidariamente, de manera primordial, en las mujeres como sujetos doblemente fracturados y muy castigados por el sistema neoliberal. Porque sin labores de cuidado, y el trabajo impago, el capitalismo se desmorona”, reflexionó.
Publica: La voz de los que sobran
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