A cuatro años de la revuelta social, más allá de las simplificaciones, conversar sobre las causas y mirar sus impactos sociales y políticos es un ejercicio que permite situar, sin atajos, las tareas del presente. Es así que nos preguntamos por la vigencia de las...
Como Fundación Nodo XXI ponemos a disposición del debate público la investigación Orígenes socioeconómicos y trayectorias políticas en la Convención Constitucional chilena, realizada con el apoyo de la Fundación Rosa Luxemburgo – Oficina Cono Sur.
El estudio desarrollado por Sebastián Caviedes y Fernando Carvallo, investigadores de nuestra Fundación, tiene por objeto contribuir a una mejor comprensión de las y los actores que integran la Convención Constitucional y los intereses sociales que estos representan. Para ello, se realizó una exhaustiva caracterización de las y los convencionales en términos de su ubicación en la estructura socioeconómica y de sus trayectorias políticas.
A lo largo de tres capítulos, la investigación muestra que, a diferencia de otros poderes del Estado y del panorama que ha predominado en los últimos 30 años en la política tradicional, la Convención Constitucional tiene una composición social muy similar a la realidad del país. Un 75% de sus integrantes posee un patrimonio personal bajo o declara no poseer bienes, un 50% proviene de sectores populares y un 37% de sectores medios.
Además, el estudio revela que, si bien la mayoría de las y los convencionales participa por primera vez en política institucional, casi dos tercios provienen de las luchas sociales contra la privatización y la mercantilización neoliberal que han emergido con fuerza en el Chile contemporáneo. La mayoría de las y los representantes son personas politizadas y movilizadas, en muchos casos con larga experiencia en la lucha social desde diversas trincheras (socioambiental, educacional, sanitaria, feminista, gremial, ideológica, entre otras), por lo que se puede afirmar que la Convención Constitucional está compuesta mayoritariamente por luchadoras y luchadores sociales que representan las causas y conflictos fundamentales de la sociedad chilena.
El estudio concluye con la hipótesis de que la Convención Constitucional puede ser el laboratorio de formación de una nueva cultura política, que supere el carácter elitario y excluyente de la política de la transición, y de articulación de un nuevo bloque histórico, compuesto por diversas fuerzas sociales y políticas que, en su heterogeneidad irreductible, puedan empujar las profundas transformaciones que demandan los pueblos de Chile.
Descarga la investigación aquí.
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