A cuatro años de la revuelta social, más allá de las simplificaciones, conversar sobre las causas y mirar sus impactos sociales y políticos es un ejercicio que permite situar, sin atajos, las tareas del presente. Es así que nos preguntamos por la vigencia de las...
El Presidente de Nodo XXI, Carlos Ruiz participó del foro del Centro de Estudios Públicos (CEP), «El trabajo: transformaciones e incertidumbres en el siglo XXI», del pasado 4 de septiembre en el que en diálogo con la economista de Espacio Público, Andrea Repetto abordaron los desafíos laborales contemporáneos, y los desafíos que han introducido los cambios tecnológicos en la vida laboral.
«Las formas contemporáneas de trabajo generan nuevos malestares sociales, que todavía no encuentran canales políticos y culturales para procesarse de forma democrática», comenzó argumentando el presidente de Nodo XXI, Carlos Ruiz, afirmando que «comprender estas nuevas condiciones del trabajo abre una valiosa oportunidad para repensar de forma sustantiva el pacto social y la discusión democrática para el Chile del próximo cuarto de siglo».
En paralelo, también se refirió a los desafíos en materia de género que se añaden al debate laboral, ya que «la feminización del trabajo es otro gran fenómeno que transforma roles sociales tradicionales: provoca nuevos malestares que hoy fuerzan por entrar a la vida política y pública», dejando de lado la imagen del «sustentador masculino». En este sentido, apuntó contra la política actual en materia laboral, en particular contra algunos parlamentarios que «siguen hablando de un mundo del trabajo que es del siglo pasado”. Uno de los grandes ejes diferenciadores, es que con la tecnología disponible hoy en día permite que “el trabajo entró en el hogar, ahora se puede trabajar desde la casa, a cualquier hora”.
Por su parte, Andrea Repetto apuntó que “lo que está haciendo la revolución tecnológica es cambiar la forma de trabajar y los términos en los que se definen las relaciones laborales (…) Por una parte, las personas se asombran por los avances tecnológicos, pero por otra, se angustian porque piensan que las máquinas van a reemplazar a los trabajadores”. Cerró su intervención dirigiendo la responsabilidad de «la política pública, que debe encontrar un balance entre flexibilidad y protección, para estas nuevas formas de empleo».